Las hay de cerdo, de ternera, de cordero e incluso se están poniendo de moda las de conejo.  Os estamos hablando, cómo no, de las costillas, porque hoy en Carnicería San Cayo os damos algunos trucos sobre cómo cocinar las mejores costillas.

Cómo cocinar las mejores costillas

Antes de nada, hay que elegir la materia prima. En Carnicería San Cayo somos expertos en ello, ofreciendo a nuestros clientes siempre carne de la mejor calidad.

Una vez seleccionadas las costillas que vamos a preparar, hemos de pensar cómo cocinarlas: al horno, fritas, guisadas, a la barbacoa… Hay mil formas diferentes y todas son exquisitas.

Costillas guisadas

Si vamos a cocinarlas guisadas, un buen truco es sellarlas bien antes de introducirlas en el guiso. ¿Cómo lo hacemos? Muy fácil: el sellado consiste en pasar las costillas por una sartén previamente calentada y con un chorrito de aceite de oliva. Las cocinaremos hasta que se hagan por fuera, que queden tostadas pero evitando que se cocinen por dentro. De este modo, cuando las guisemos potenciaremos su sabor y evitaremos que pierdan los jugos internos.

Costillas a la barbacoa

En el caso de cocinarlas a la barbacoa, un buen truco es marinarlas. El marinado admite muchísimas combinaciones de sabores y hace que la carne quede más sabrosa y jugosa. Algunos de los ingredientes más utilizados para marinar la carne son un buen aceite de oliva, el ajo, especias como el orégano, hierbas como el tomillo o el romero, y otros condimentos como la pimienta o el pimentón.

Es conveniente dejarlo unas horas, incluso de un día para otro, para que la carne tome bien todos los sabores del marinado, quedando además más jugosa al cocinarla. Si no queréis preocuparos de cómo condimentar la carne, podéis adquirir alguno de nuestros sabrosos elaborados artesanales, quedarán buenísimos y no tenéis que esforzaros en su marinado.

Costillas al horno

Otra forma de cocinar las mejores costillas es marinándolas cuando se van a cocinar al horno. Además, en este caso particular, para evitar que se resequen podemos regarlas con la propia grasa que van soltando o con los jugos del asado que estamos preparando. Otro truco es taparlas: o bien con un papel de aluminio, o bien con su tapadera en caso de que estemos utilizando una olla apta para el horno, o bien cocinándolas al estilo papillote. De este modo, conservarán toda la humedad y evitaremos que se resequen en el horneado.

En cualquiera de los casos, os recomendamos que optéis por una cocción lenta frente a una rápida, y que evitéis pinchar la carne o cortarla antes de servirla, ya que esto solamente provocará que pierda sus jugos y que quede seca.

Ahora que ya sabéis algunos trucos sobre cómo cocinar las mejores costillas, solo queda elegir la mejor compañía para disfrutarlas.

¡Qué aproveche!