Poco a poco y sin darnos cuenta nos estamos adentrando en el otoño, una de las estaciones favoritas del año en la que empezamos a introducir platos más contundentes tras la época estival. Dentro de estos platos tradicionales de la gastronomía española no puede faltar el cochinillo de Segovia, delicia que os queremos hoy presentar en Carnicería San Cayo.

El cochinillo de Segovia, como su nombre indica, debe su fama a la principal región productora en España, la provincia de Segovia, la cual posee su propia marca de calidad distintiva. Para que un cochinillo se englobe dentro de esta denominación debe cumplir una serie de características.

Características del cochinillo de Segovia

El cochinillo de Segovia debe ser producido exclusivamente en dicha provincia de Castilla y León y todas las explotaciones inscritas que formen parte de la marca de calidad solo y exclusivamente pueden dedicarse a criar cochinillo de Segovia.

Al ser cochinillos, solamente pueden ser alimentados de leche materna, no pudiendo darles piensos ni preparados diferentes.  La única excepción que se permite es el suministro de hierro por vía oral.

Todos los cochinillos de Segovia han de ser de raza blanca, no permitiéndose cruces con otras razas de cerdos. Como muy tarde han de sacrificarse con tres semanas de vida y con un peso que oscilará entre los 4,5 Kg y los 6,5 Kg en vivo (su peso en canal será de entre 3,8 Kg y 5,8 Kg). Es importante recalcar que las canales solamente se comercializarán enteras, nunca por piezas.

¿Qué aspecto debe tener el cochinillo de Segovia fresco?

La piel del cochinillo de Segovia debe presentar un color homogéneo y limpio, blanco y de tonalidad cremosa o cérea.  El color de la carne pude variar entre rosado, rojo pálido y blanco nacarado, con una textura firme pero no dura.

El olor debe ser suave y a carne fresca, muy a tener en cuenta ya que el tiempo útil del cochinillo de Segovia una vez sacrificado es de tan solo seis días. Su consumo debe ser inmediato, ya que no se permite que sea congelado para su comercialización.

¿Cómo es el cochinillo de Segovia una vez asado?

El cochinillo de Segovia debe asarse siempre en piezas enteras (que estarán marcadas a fuego), añadiendo únicamente en su cocinado sal y agua.

Una vez preparado, la piel debe quedar dorada y crujiente y la carne será jugosa, tierna y fácil de masticar. La capa de grasa del cochinillo se elimina durante el cocinado, por lo que no queda un plato pesado.

Como última característica, debe comerse en el momento, ya que no puede servirse recalentado.

Si os gusta el cochinillo de Segovia y se os ha hecho la boca agua solamente pensando en lo rico que queda asado, podéis adquirirlo en nuestras tiendas físicas o aquí, y si ya disponéis de él y queréis una rica receta, podréis disfrutarla desde aquí.