Las prisas de la vida moderna impiden que muchos de nuestros clientes no dispongan del tiempo que les gustaría para preparar sus platos. En Carnicería San Cayo pensamos en todos y por eso, además de nuestra amplia variedad de carnes, disponemos de un gran surtido de elaborados artesanales. Hoy queremos hablaros de nuestros deliciosos filetes rusos, que no son ni hamburguesas ni steak tartar.

¿Qué son los filetes rusos?

El filete ruso tradicional se compone de carne picada (bien de ternera o bien de una mezcla de ternera y cerdo) rebozada y frita. Existen versiones en las que la carne se adereza con especias y se mezcla con huevo, para posteriormente rebozarla con pan rallado o cereales y huevo. Recetas hay miles, pero el concepto es el mismo: carne picada, rebozada y frita.

¿De dónde vienen los filetes rusos?

Aunque el nombre nos podría hacer pensar que provienen de Rusia, en realidad no está muy claro su verdadero origen. Una de las versiones cuenta que los filetes rusos tienen su origen en Estados Unidos, donde se conocen como “Salisbury Steaks”.

Esa versión cuenta que el Doctor James Salisbury fue médico durante una guerra americana y observó que los soldados que tomaban la carne picada a la parrilla se recuperaban antes de las diarreas producidas por comer carne poco hecha y seguramente en mal estado. Además la proteína de la carne les ayudaba a recuperar fuerzas para la batalla. Según los americanos, así surgieron los filetes rusos.

Otras fuentes indican que no son más que un derivado del steak tartar, pero que alguien decidió freír para matar las posibles bacterias de la carne cruda. Una versión similar define los filetes rusos como una manera de aprovechar la carne cruda y/o en mal estado antes de tirarla, camuflando todo con el aderezo.

Por otra parte, hay autores que afirman que los filetes rusos son una copia de la receta alemana de las hamburguesas modificada, eliminando el pan y rebozando la carne antes de freírla.

Finalmente, la versión española cuenta que unos rusos probaron en nuestro país una especie de hamburguesa y que al probarlo les gustó mucho, soltando una parrafada ininteligible por los españoles para mostrar cuánto les gustó. De ahí alguien pasó a llamarles “filetes rusos”.

¿Cómo se toman los filetes rusos?

Los filetes rusos pueden aliñarse con miles de condimentos, al gusto del consumidor. Para prepararlos han de freírse en abundante aceite, preferiblemente con aceite de oliva virgen extra. Pueden acompañarse con ensalada o patatas fritas, o simplemente con una rica salsa.

Sea cual sea su origen y acompañamiento, los filetes rusos son sin duda uno de los platos más rápidos y socorridos de preparar, que además gusta a toda la familia, sobre todo a los niños. Y para los que no tengáis tiempo de prepararlo, os recomendamos que probéis nuestros exquisitos filetes rusos, elaborados a partir de carne de ternera seleccionada  y aliñada con la receta tradicional de la abuela. ¡¡Triunfaréis seguro!!